Ciudad de México, 30-oct-2023 .- ¡El agua está a punto de agotarse! Hemos escuchado este mensaje desde nuestra infancia: ¡cuida el agua!, ¡gota a gota, el agua se agota! Algunos de nosotros abrimos el grifo y el agua fluye a raudales, pero la cruda realidad es que el Día Cero se acerca para muchas personas. Depende de lo que hagamos aquí y ahora para evitar que esto ocurra. Nuestra responsabilidad, tanto hacia nosotros mismos como hacia las futuras generaciones, está directamente relacionada con las medidas preventivas que tomemos hoy.
A menudo pensamos que el agua es un recurso inagotable, pero la verdad es que del 70 por ciento que cubre la superficie de la Tierra, solo el 2.5 por ciento es agua dulce, y de ese total, solo el 1 por ciento es accesible para el consumo humano. En los próximos 40 años, se pronostica que la extracción de agua subterránea se volverá casi inviable, tanto debido a restricciones económicas como a la calidad del vital líquido que se pueda extraer.
Las sequías se vuelven cada vez más frecuentes, y en la Ciudad de México, ya estamos viendo los estragos de la escasez de agua. Estos efectos no surgieron de la noche a la mañana, sino que se han agravado debido a diversos factores, como el crecimiento de la población urbana, la explotación excesiva de los acuíferos, la mala gestión de los recursos y la infraestructura de suministro deficiente.
Por lo tanto, es crucial implementar una serie de medidas que nos conecten con nuestras raíces y nos permitan recuperar la sabiduría ancestral de nuestros antepasados mexicas. Debemos empezar a tratar el agua con el mismo respeto y reverencia que ellos le tenían, buscando crear condiciones para coexistir en armonía y paz con la naturaleza.
Es hora de aportar nuestra contribución y, en este sentido, el proyecto «Agua para Iztapalapa» cobra gran relevancia. Este proyecto propone la implementación de un megaproyecto de captación de agua que pondrá fin a los problemas de escasez e inundaciones que afectan a los habitantes de esta alcaldía año tras año.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, necesitamos la voluntad y el apoyo de todos los habitantes de Iztapalapa. Se planea construir alrededor de 1,500 pozos de absorción para recuperar 61,181 millones de litros de agua para consumo humano. Además, se necesitan nuevos ‘tlaloques’, es decir, guardianes y administradores del agua, encargados de su manejo, almacenamiento y protección.
Para que este proyecto se haga realidad, se requieren 100 mil familias dispuestas a convertirse en ‘tlaloques’, instalando dispositivos de captación y aprovechamiento de agua de lluvia en sus techos. De esta manera, podremos disponer de 3,000 millones de litros de agua y evitaremos la sobreexplotación del subsuelo. Esto permitirá que numerosos pozos que operan las 24 horas en Iztapalapa descansen.
Este proyecto no puede realizarse sin la participación de todos. El agua es vital para nuestra supervivencia, y tenemos una deuda con las generaciones actuales y futuras.
(Columna para la Agencia Parlamento y Debate)