El sábado, en las primeras horas después de las 4 de la madrugada, se dieron a conocer los resultados sobre las Coordinaciones de la Defensa de la Cuarta Transformación en las entidades que renovarán el cargo de gobernador o gobernadora, así como la Jefatura de Gobierno para la Ciudad de México en 2024.
En primer lugar, es relevante reconocer la excelente labor de organización llevada a cabo por la dirigencia nacional. Enfrentaron de manera honesta y transparente un proceso inédito para la elección de aquellos que aspiran a un cargo. Es interesante observar la evolución de los procesos democráticos en nuestro país, recordando el periodo de más de 70 años de partidocracia posterior a la Revolución Mexicana, donde un partido hegemónico imponía a sus candidatos a cualquier costo.
Hoy, MORENA ha demostrado que el pueblo tiene el poder de decisión. El soberano se ha expresado y, a través de una participación abierta, se han elegido a las mujeres y hombres mejor capacitados para representar en la próxima fase: el Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Especialmente en el proceso de la Ciudad de México, volvimos a los inicios del movimiento. Todas las opciones eran de alta calidad, sin embargo, una de ellas representaba el corazón de nuestro movimiento. La elección de Clara Brugada como Coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación en la Ciudad de México expresa los anhelos de los grupos históricamente marginados en esta área, ya que es mujer y proviene de la zona oriente, de Iztapalapa.
Lo realmente valioso de este proceso es que las instituciones electorales tomaron decisiones firmes en relación al principio de paridad. Aunque Claudia Sheinbaum, la actual Coordinadora Nacional, ya había gobernado la Ciudad de México, las estadísticas mostraban que mayoritariamente las gestiones pasadas fueron ejercidas por hombres. En este sentido, es crucial no hacer caso omiso al reclamo histórico de las mujeres por ocupar cargos públicos, ya que como se ha sostenido a lo largo de este año: “Es tiempo de mujeres”.
La gestión de Clara Brugada en Iztapalapa ha demostrado que para llevar a cabo los grandes proyectos que la ciudadanía demanda, se requiere voluntad política y presupuesto. Resulta alentador que la colaboración entre Sheinbaum y Brugada sea clave para construir el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, como se ha hecho en los últimos 5 años, siendo su coordinación fundamental para garantizar el derecho humano al agua y, en particular, lograr que “Agua para Iztapalapa” se convierta en una realidad.
A pesar de los esfuerzos del actual gobierno por fomentar el cuidado del vital líquido y trazar una ruta para el mantenimiento de la infraestructura hidráulica, la triste realidad es que el tiempo se nos ha acercado nuevamente y necesitaremos un poco más para hacer realidad un proyecto que quizás no será para nosotros, pero sí para las siguientes generaciones.
Por eso celebro que dos mujeres comprometidas con el medio ambiente sean las encargadas de llevar a cabo la consolidación de nuestro proyecto. Ya se han establecido las bases del bienestar social para superar el rezago económico y social mediante programas sociales y mega obras estructurales; ahora es el momento de llevar a cabo un proyecto esencial exigido por la ciudadanía: “Agua para Todos”.